Ahora que estoy grande, he cambiado ciertas cosas,ya no me gustan los discursos largos, ni las charlas vanas,
tampoco las arengas y los debates públicos,
que al final no resuelven nada.
Me gusta disfrutar de la naturaleza, contemplar un paisaje bello,
emocionarme con un buen mensaje, pues los años me han vuelto sensiblera.
Ha dejado de importarme la vida de los otros, salvo en casos que yo pueda aportar algo, buceo en mi interior que no es poca cosa,
buscando encontrarme con mi esencia.
Amo a mi familia, comparto juegos con mi nieto,
trato de estar en armonía conmigo y con el universo.
Me ocupo de tareas bien distintas, caminatas, yoga y otras cosas,
salgo a tomar fotografías, ejercito mucho la memoria.
Visito a mis amigos o chateo, o mando mails, abuela cibernética,
comparto cumpleaños y reuniones, trato de llevar una vida placentera.
Ya no me ocupo tanto de la casa, prefiero cultivar flores o escuchar los pájaros, leer un buen libro, oir música suave, o escribir poesías como esta.
Al final no parece tan malo, esto de hacerse vieja, hay que buscar en que
usar el tiempo, ser positivo, tratar de estar contenta, aunque a veces no es
fácil, no sabemos que nos mandará el destino, pero al menos intentemos
pasarla bien mientras podamos hasta que llegue la hora en que debamos irnos.
Felicha
02/08/2012
Estas triste, con problemas consulta a un Consejero
Los Consejeros Cristianos (de familia) podemos leer tu mensaje y responderte
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